6 experimentos químicos en la cocina que sorprenderán a tus hijos

La química en la cocina es una manera divertida y pertinente de introducir a los niños en el mundo de la química. Incluye cocinar, hornear, otros experimentos con alimentos y también el proceso de limpieza. Te contaremos por qué es tan bueno que tus hijos empiecen a estudiar química con los alimentos, y después te daremos 6 experimentos con los que puedes empezar.

Tabla de contenidos

• ¿Qué ventajas tiene hacer química en la cocina?
  • Aprende a utilizar herramientas de medición
  • Observa reacciones químicas seguras y relacionadas
  • Practica el seguimiento de un procedimiento
• Crea tus propios juguetes en la cocina utilizando la química para convertir la leche en plástico.
• Hidrofobicidad 101: ¡Apréndelo con cacao caliente!
• Descubre las densidades de los ingredientes de repostería más comunes en tu cocina.
• Dale un giro al clásico experimento químico de cocina con bicarbonato y vinagre.
• Metales comestibles: Da rienda suelta a tu científico interior extrayendo hierro de los cereales del desayuno.
• Formación de rocas sedimentarias con Jolly Ranchers: Un experimento químico de cocina para los más golosos.
• Prueba gratis las lecciones prácticas de ciencias de Montessori Laboratory

¿Qué ventajas tiene hacer química en la cocina?

En la cocina, utilizamos instrumentos de medición, mezclamos sustancias y observamos reacciones químicas, igual que hacen los químicos en el laboratorio. La razón por la que los experimentos con alimentos, la cocina y la repostería son excelentes introducciones a la química es que ofrecen formas tangibles y visuales para que los niños observen la interacción de las sustancias químicas, al tiempo que utilizan sustancias y herramientas con las que están familiarizados. Aquí encontrarás algunos ejemplos de lo que los niños pueden hacer con la química de la cocina:

Aprende a utilizar herramientas de medición

Las tazas y cucharas medidoras son habituales en la cocina y resultan esenciales para cocinar y hornear. Los niños podrán aprender las unidades de medición y la importancia de la precisión al medir los ingredientes, conceptos fundamentales también en química. Por ejemplo, medir las cantidades correctas de bicarbonato y levadura en polvo es necesario para garantizar que un pastel o una galleta suban correctamente. También es importante utilizar la cantidad correcta de cada sustancia en una reacción química para obtener el resultado deseado, ¡y por razones de seguridad!

Observa reacciones químicas seguras y relacionadas

Una de las grandes ventajas de hacer química en la cocina es que los reactivos y las reacciones suelen ser seguros. Esto significa que los niños podrán experimentar por sí mismos. Podrán ver una reacción química entre bicarbonato de sodio y vinagre, aprender sobre hidrofobicidad utilizando cacao caliente, extraer metal de sus cereales, ver la diferencia entre cambios físicos y químicos derritiendo mantequilla y caramelizando azúcar... ¡y la lista continúa!

Practica el seguimiento de un procedimiento

Un punto en común entre la química de cocina y la química de laboratorio es que ambas requieren que los niños sigan un procedimiento. En cocina, probablemente lo conozcas como receta. Las recetas ofrecen instrucciones paso a paso sobre cómo hacer un platillo, incluido el orden en que deben añadirse los ingredientes y cómo deben prepararse. En los laboratorios de química, los científicos siguen procedimientos específicos, conocidos como protocolos o métodos, para garantizar que sus experimentos sean precisos y reproducibles. Estos protocolos ofrecen una guía paso a paso para llevar a cabo un experimento, incluyendo el equipo necesario, el orden en que deben añadirse los reactivos y la duración de cada paso.

Al empezar con la química en la cocina, los niños estarán familiarizados con la idea de seguir una receta, y les resultará más fácil entender por qué tienen que seguir los procedimientos cuando hacen otros experimentos.

Hablando de experimentos, aquí tienes algunos ejemplos que te pueden servir para empezar.

Crea tus propios juguetes en la cocina utilizando la química para convertir la leche en plástico.

Hay un tipo de plástico que puedes hacer con leche (también necesitarás vinagre, un colador y un microondas). El plástico se fabrica separando las proteínas de la leche o, como quizá te resulte más familiar por cierta canción infantil, separando la leche en cuajada y suero. La proteína caseína es lo que compone la cuajada, y las moléculas de caseína forman cadenas que pueden moldearse en plástico.

Hidrofobicidad 101: ¡Apréndelo con cacao caliente!

Las sustancias hidrófobas son sustancias que no se mezclan con el agua. Puedes demostrarlo utilizando cacao en polvo y agua (o leche, que contiene principalmente agua). Sumergirás una cucharada de cacao en polvo en agua o leche y te llevarás una emocionante sorpresa cuando pinches la parte superior de la cuchara con un palillo.

Descubre las densidades de los ingredientes de repostería más comunes en tu cocina.

La densidad es un concepto esencial en ciencias, y tus hijos pueden aprenderlo de primera mano con este experimento. Necesitarás miel, sirope, agua y un vaso de precipitados o de cristal transparente. Cuando viertas las sustancias en el vaso de precipitados, verás que, independientemente del orden en que las viertas, siempre acaban en las mismas capas.

Dale un giro al clásico experimento químico de cocina con bicarbonato y vinagre.

Todos conocemos la clásica reacción del bicarbonato y el vinagre. Si aún no se lo has enseñado a tus hijos, ¡tienes que hacerlo! Les encantará. Si tus hijos lo han visto antes, pídeles que realicen un experimento para determinar cuál es la proporción perfecta de bicarbonato de sodio y vinagre que creará la mayor reacción utilizando la menor cantidad de ingredientes.

Metales comestibles: Da rienda suelta a tu científico interior extrayendo hierro de los cereales del desayuno.

¿Sabías que puedes comer metal? No estamos diciendo que puedas ir por ahí masticando tenedores y cucharas, pero es cierto, realmente hay metal dentro de los alimentos que comemos. De hecho, hay algunos metales como el hierro y el magnesio que es importante que el ser humano consuma en determinadas cantidades. En este experimento, extraerás una pequeña cantidad de metal de un cereal de desayuno común, ¡la suficiente para que puedas ver cómo se mueve con la ayuda de un imán!

Formación de rocas sedimentarias con Jolly Ranchers: Un experimento químico de cocina para los más golosos.

Técnicamente, ésta está más relacionada con las ciencias de la tierra que con la química, pero aun así teníamos que compartirla. Las rocas sedimentarias se forman por la deposición y compresión de capas de sedimentos durante un LARGO período de tiempo. Si quieres crear un modelo de cómo es el proceso, puedes utilizar trozos triturados de caramelo duro para el sedimento, y una lata pesada o un libro para la presión.

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